sábado, 25 de agosto de 2012

¿Necesita el capitalismo ser trasquilado?


“Capitalism need to be hacked” es el título en ingles de un artículo donde se explica el premio internacional que ganó la iniciativa “ciudadanía económica plena de ASHOKA”. Ashoka es la organización más importante promoviendo el “emprendimiento Social” y su creador Bill Dryton, fue galardonado este año con el premio Príncipe de Asturias.

La palabra Hacker es ahora conocida para referirse a los piratas cibernéticos que de alguna manera boicotean los servicios de le web, pero en este contexto la palabra Hacker tiene más o menos el significado de “trasquilar” para referirse a los cambios que el sistema necesita.

Si el premio otorgado viniera de grupos de izquierda, el título seguramente no llamaría la atención, pero el mismo fue otorgado por la consultora Mckinsey y la escuela de negocios de la universidad de Harvard, dos instituciones absolutamente representantes del capitalismo.

La verdad del asunto es que el capitalismo necesita grandes reformas para poder sobrevivir en este siglo donde la simple tecnología convierte a la gente en subversiva. Pero no nos confundamos, el capitalismo en sus aspectos esenciales para nada está muerto. El sistema de libre empresa y propiedad privada, representan principios muy fundamentales del liberalismo humano y no van a ser sustituidos fácilmente. Los que crean que su enfermedad es terminal, están bien equivocados.

Dentro de las enfermedades importantes que tiene el capitalismo está su sistema financiero. Este se ha convertido en un sistema pesado, ineficiente, desconfiable y excesivamente costoso para la sociedad. La gente común de la calle y los propios gobiernos, cada día evidencian mas su fastidio con un sistema que va de crisis en crisis.

Una muestra más de este creciente cansancio se concluir del artículo de Ron Liber la semana pasada en el New Yor Time. Según el periodista, con cada nuevo escándalo del sistema financiero, resulta más y más difícil ignorar las crecientes protestas del público y de los mismos políticos con respecto al rol del sistema financiero actual en la sociedad. La verdad del asunto es que todo el sistema se ha convertido en un monstruo confuso e increíblemente difícil de supervisar, hasta el punto de que los estados evidencian a diario su incapacidad de controlarlo.

Ahora bien, como en toda crisis habrá ganadores y perdedores. Lo que se avecina para el sistema financiero lo comparo con lo que ha estado sucediendo con los medios de comunicación en la última década. El índice de cambios ha sido de tal concentración y magnitud, que en solo una década han desaparecido miles de medios tradicionales y los que medianamente sobreviven, lo han hecho a fuerza de adaptación permanentes a las nuevas maneras de comunicarse. Prácticamente nada de lo que ahora se hace en medios, se hacía apenas 15 años atrás.

Con el sistema financiero pasará algo muy similar y las ideas que ahora lucen absurdas, como por ejemplo los grupos de auto gestión financiera (Bankomunales) que hemos propiciado por cerca de 15 años, serán una realidad que convivirá con muchas otras formas de acceder a servicios financieros. Solo las instituciones que entiendan la naturaleza de esos cambios, al igual que ocurrió con los medios de comunicación, podrán mantenerse en el tiempo. Aún los bancos más poderosos actuales, deberán entender la necesidad de innovar para poder incorporar las nuevas maneras que están naciendo. Muchos piensan que todo se concentrará en la tecnologización de los medios para transar (banca móvil, banca en línea, etc), pero los cambios serán muchos más profundos y tocarán esencialmente la manera en que se financiará la gente.

Salomón Raydán / salomonr@fundefir.org.ve. Emprendedor social, creador de los Bankomunales con K, especialista en finanzas populares y presidente de Fundefir.



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