miércoles, 21 de octubre de 2015

Anatomía de un maniquí


Todos sabemos qué es un maniquí, por lo menos, alguna vez hemos visto uno en los grandes o pequeños escaparates de las tiendas de ropa de los centros comerciales de nuestra ciudad, sabemos cual es su función y cómo actúa ante el mundo; tieso, descolorido, con su ceño fruncido, sin corazón, muchas veces sin ojos o boca determinada y obviamente sin cerebro. Sin cerebro es justamente como son los maniquies, tanto de plástico como de carne y hueso en la sociedad contemporánea. Caminando, yendo de un lado a otro, hablando, luciendo sus grandes prendas y lujos, tratando de ser felices y riendo para aparentar satisfacción; es lo que diferencia a un maniquí de plástico a uno de piel, que solamente por su anatomía llamamos "humano". Que agradable es salir a la calle y darte cuenta cuando estas dialogando u observando a una persona real, que no es un maniquí de la sociedad, que no esta sujeto a la moda o a la lucha de posiciones sociales, que sabe lo que quiere, que sabe lo que dice, y aún mejor, que sabe lo que piensa.

domingo, 4 de octubre de 2015

La pobreza es nuestra


Difícil y dura es la pobreza hoy en nuestro mundo; cada día la lucha contra éste problema "parece irse extendiendo más", pero los resultados no se ven a la primera. Diariamente, según la ONU y sus organismos, 100.000 personas mueren de hambre en todo el mundo, aproximadamente, cada 5 segundos un niño fallece a causa de la falta de alimentos y con tal alarmante cifra, el Banco Mundial nos da la información de que más de 1.000 millones de personas vive en la pobreza extrema; 70% de esas personas, son mujeres. Mientras leemos todas ésas cifras, que a muchos cuesta creer o pide una revisión para verificar si es verdad, la pobreza sigue cobrando vidas en el mundo y los gobernantes continúan "intentando" resolver; bien diría Indira Gandhi, que la pobreza es un "cáncer" que afecta a la humanidad, tal vez esa comparación no sea la más correcta, pero lo que sí no podemos negar es que la pobreza es una grave enfermad que no perdona. Triste es salir a las calles de nuestros países, ya sea en América Latina o en Asía Central, y observar en cada esquina o avenida a madres y niños sufriendo ante la falta de alimentos y con ellos de oportunidades.