martes, 14 de junio de 2016

La miseria del poder


Los pueblos suelen equivocarse, nadie es infalible en el mundo por más adulación o autoestima que reciba o tenga; el poder, ese codiciado mecanismo de control es anhelado por muchos políticos, esos políticos que en campaña electoral, para alguna elección, prometen hasta lo imposible, amasando el populismo, abrazando cada mentira y promesas que saben que de llegar al poder nunca cumplirían, pero es el pueblo quien lleva muchas veces a esos mentirosos a presidencias, a los parlamentos, a las gobernaciones y alcaldías; la demagogia logra su cometido cuando los políticos ya en el poder, quieren manejar a los ciudadanos a su gusto y con pistola en manos.

No puedo dejar de mencionar a mi país, Venezuela, esta nación de gigantes emprendedores, de hombres y mujeres trabajadores, de ciudadanos solidarios que se cansaron en el siglo pasado del sistema imperante del bipartidismo, fueron decepcionados, claro que sí y las promesas que se les hicieron fueron incumplidas por los poderosos de entonces. De aquellos convulsos años, Hugo Chávez se aprovechó, logró que su discurso calara en el descontento y conquistara a punta de demagogia y populismo a muchos ciudadanos que estaban indignados por la crisis económica y social que se vivía en esos tiempo, pero todo no fue como lo esperaban aquellos “indignados del 98”.

viernes, 3 de junio de 2016

Se les muere la revolución


La muerte es un proceso muy triste y doloroso para aquellos que aman a esa persona que ya no esta; es un cambio duro para las personas que se quedan aquí con nostalgia y tristeza pero con buenos recuerdos que vivieron juntos. Con los procesos políticos es parecido aunque tienen diferencias: Todo proceso político cae y sube, cuando alguien muere solo queda en los pensamientos o en alguna que otra fotografía. Luego de la caída de la Unión Soviética en 1991, muchos ex-soviéticos entraron en una profunda depresión; desde Moldavia hasta Uzbekistán lloraban, la nostalgia era cada vez mayor y el recuerdo de aquellos años rojos quedaron grabados en la mente de millones. 

Las revoluciones, en específico, logran calar en los ideales y sentimientos de ciudadanos descontentos con sistemas económicos que no son de su preferencia, es el caso de la Revolución Cubana y la Revolución Bolivariana. Cada uno de estos dos procesos políticos-económicos, lograron tocar al más pobre, tuvieron la astucia de enamorar y fanatizar a millones de ciudadanos, así como también lograron empobrecer a los mismos. Las revoluciones pueden enamorar, pero terminan rompiendo corazones.