No es un secreto, no es una duda, no es un pensamiento esporádico ni mucho menos una utopía, realmente es una verdad. Es una verdad para toda Venezuela que el Periodismo, la libre comunicación, el libre ejercicio del periodista está atravesado por una tormenta estridente donde un gobierno esta armando jugadas políticas para intentar callar a las voces disidentes y a la comunicación veraz, verdadera y oportuna. Es preocupante los tiempos grises por los que atraviesan los ya periodistas en Venezuela, periodistas de vocación no de complacencia, como el caso de la veterana periodista Nitu Pérez Osuna, Marta Colomina, Leopoldo Castillo, Carla Agola, Kiko Bautista, Roland Carreño, Norberto Mazza o la persecución constante contra Nelson Bocaranda, son estos ejemplos reales de lo que un periodista, futuro o pensante comunicador puede simular en un futuro con la política mediática de censura del actual régimen. En mi caso, estoy esperando los resultados de la universidad en la cual quiero comenzar a estudiar Periodismo, y lo quiero hacer aún así sabiendo los problemas que pueden tener los periodistas del futuro bajo los dominios comunicacionales del Gobierno Socialista, que son muy semejantes a los del antiguo Bloque del Este, donde la prensa sólo era una herramienta de propaganda gubernamental y nada mas. El periodismo esta viviendo tiempos grises y de importante observación, momentos crueles, duros y difíciles, que para enfrentarlos hay que tener fuerza, fe, valentía, valor y una vocación inmensa para poder atravesar cualquier obstáculo. Ahora mismo recuerdo el libro de Alejandro Botía "Auge y crisis del cuarto poder", donde describe y da un excelente análisis histórico y profesional del periodismo, desde los tiempos de Marcos Pérez Jiménez, atravesando la época del Bipartidismo hasta llegar a los tiempos de hoy, el Socialismo, donde pues deja bien claro lo dura que ha sido la historia en grandes tiempos con el ejercicio libre del periodismo. No ha sido, y ni será fácil, el periodismo en Venezuela ni en ningún país donde se mantenga el concepto de que los periodistas son mercenarios para de derrocar gobiernos y colocar a otros, es un concepto equivocado y que ofende a cualquier periodista o a los que estamos en vía de ser uno. El periodismo no es un arma de guerra, y de ser considerado de esa forma, es un error que tendría incidencia en el futuro en la manera de verlo y saberlo interpretar por las pujantes generaciones sucesoras. Cuando se lee sobre la historia del periodismo es muy emocionante pasar de etapa en etapa, por ejemplo, el Periodismo durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, los valientes periodistas en la Guerra Fría, en la Guerra de Corea o en la Guerra de Vietnam y actualmente la admiración que se merecen los periodistas que cubren el conflicto en el Medio Oriente con el avance del Estado Islámico y toda las consecuencias que han llevado a la muerte a algunos, como por ejemplo, James Foley o Steven Stoloff que fueron vilmente decapitados por milicianos del EI, con la idea de "amedrentar a gobiernos", como si fueran los periodistas los responsables de las actuaciones positivas o negativas de los gobiernos. La mordaza se impone, pero ninguna se le puede imponer a los pensamientos que aún en cautiverio, son libres. El periodismo no es una profesión fácil, ni mucho menos una opción "para salir del paso" de los estudios, el periodismo es más que una profesión, es un sentimiento que nace con las personas que lo aman y que creen estar preparados para ser uno. Es inconcebible que se intente satanizar al periodismo, y humillar al periodista por la noticia que da. Cuando un país tiene libre expresión, libre prensa, tiene libertad, tiene periodismo de verdad, pero cuando en un país la censura aplasta la verdad, hay dictadura, hay tiranía y existe el peligro de extinción para el periodismo.
Por: Carlos Guerrero / @SrVenezolano.