El profeta había muerto.Más los árabes estaban empeñados en rebasar las fronteras de Arabia bajo la bandera del Islam.vencer a las grandes naciones del mundo e inicias un movimientos que sobreviviría al siglo siguiente.La tradición según la cual los árabes se habrían puesto en marcha ante todo inducidos por el entusiasmo religioso,con el fin de convertir al mundo,no puede ya sostenerse.Es inverosímil que las huestes beduinas,a la muerte del profeta,hayan poseído una convicción espiritual tan profunda.Es de suponer más bien que los verdaderos motivos para las guerras emprendidas por los árabes no habrán sido de índoles política ni religiosas,sino ante todo,económica.La escasez y la necesidad los hicieron emprender sus guerras de conquista,igual que antes los arameos y a los amoritas,cuyas expediciones hacia el norte no habían sido otra cosa que desesperadas marchas de hambre.Parece que una de las misiones históricas de los árabes era la de construir un depósito de hombres que,de cuando en cuando,desbordaba;y,precisamente en los siglos anteriores de la aparición del profeta,se habían multiplicado de las señales de una renovada presión.
Por: Carlos Guerrero - @SrVenezolano.
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