Mi concepto de política desde que tengo uso de razón siempre ha estado guiado a la actividad y lucha individual de cada ser, puesto que considero que somos animales políticos en nuestra sociedad y que con cada actuación, crítica u opinión nos inmiscuimos -queriendo o no- en el extenso campo de la discusión política que siempre nos lleva a una posición. Venezuela vive momentos terribles, como nunca en nuestra historia republicana; el país se encuentra polarizado en niveles increíbles, la crisis crece y se extiende todos los días y en todas las áreas y a consecuencia de esto, han surgido ciertos personajes que ya estaban en la política, pero han salido a la esfera pública como supuestos “salvadores del país”, en el caso de Miguel Rodríguez Torres, que luego de comandar la brutal represión del 2014 contra los estudiantes, hoy quiere ser “la tercera vía” venezolana. Éstos líderes políticos son apoyados por masas enteras que se encuentran desesperadas y no saben qué hacer para solucionar la crisis, y el desespero los ha llevado a la mala decisión de depender y querer tener su propio “Chávez”, un tipo que “hable bonito”, que insulte y grite, que gesticule y encienda la furia y que por supuesto sea populista. Los venezolanos que apoyan y defienden a ése tipo de líderes, están cometiendo un grave error, puesto que cada día se parecen más a sus adversarios, cada día dependen de un mesías así como ese triste 15% que apoya a Maduro.
Una vez publiqué un tweet donde decía que “Venezuela no necesita un salvador, un ídolo, un guerrero; Venezuela necesita son millones de ciudadanos” y hoy nuevamente reitero aquel comentario; me causa indignación cuando las personas caen en la dependencia de un político, además de indignación me da terror, ya que depender de un político para que “resuelva” nuestros asuntos es firmar nuestra carta de entrega de ideas, nuestra clausura de la inteligencia. Los ciudadanos, aquellos que se consideren así, debemos entender que los mesías, los ídolos no nos van a sacar de la crisis, no van a resolver el problema que vive nuestro país; ésta crisis va más allá de un rostro y de un partido, ésta crisis requiere la unidad de todo el país para lograr organizar la solución que el país desea. Hace falta compromiso y valentía, pero además nos hace falta mucha educación, la falta de conocimiento ha llevado a pueblos enteros a votar y coronar en el poder a verdaderos analfabetos políticos que han destruido naciones enteras. Venezuela no necesita de un mesías, no hay mesías y no hacen falta mesías, aquí hace falta una organización de ciudadanos comprometidos a buscar una solución para salir de éste abismo al cual el Chavismo nos ha llevado.
Por: Carlos Guerrero / @SrVenezolano.
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