martes, 25 de noviembre de 2014

La lectura es libertad


Cuanta razón tenía Jacinto Benavente al decir "No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón esta sano", y es tan cierto como nada. La lectura es libertad, símbolo de resistencia a la ignorancia y a los males que pasean por el mundo intentando subyugar ideas o pensamientos; en momentos de crisis nunca esta de más un buen libro de esos que te hace brincar el corazón con cada capitulo, cada palabra, cada sentido, cada punto y cada coma. Los que amamos la lectura y tenemos ese aroma a libro nuevo en nuestras habitaciones, conocemos un nuevo sinónimo de felicidad y libertad, porque no hay nada más precioso y sano que aprender cada día algo nuevo, intuir en el saber y no dejar que otros dominen tus pensamientos. Durante la era nazi, en Alemania, el Partido Nacionalsocialista ordenó a sus ciudadanos quemar libros en el año 1933 en las calles y en las plazas de cada ciudad, pueblo o aldea de la "gran Alemania", cientos de miles de libros fueron lanzados a las fogatas del odio y de la ignorancia inducida; libro de autores desde Ernst Bloch hasta Bertha von Suttner, y como ellos una decena más de tantos escritores que su única arma ante la persecución era un lápiz y una hoja, y por supuesto, su imaginación(que entonces estaba sumamente abierta ante el avance del nazismo en Europa). Cuesta creer que los jóvenes universitarios de aquella tristemente célebre Alemania Nazi fueron los principales organizadores-junto al partido- de aquel acto criminal contra la inteligencia, un acto que yo considero como terrorista(con toda la expresión de la palabra) porque quien quema un libro esta quemando una vida, esta quemando un alma, un corazón, sentimientos, hombres y mujeres. Pero no únicamente los Nazis ni los Fascistas fueron los perpetradores de tales actos de bajeza, en la Unión Soviética liderada por Stalin y el resto de sus secuaces, emprendieron una campaña de intimidación al escritor, al poeta, al lector, al hombre que pasaba por las vitrinas de una librería y por tan sólo detenerse a leer un título tenía el castigo de ir al GULAG o ser arrestado o desterrado a Siberia Oriental. El "Terror Rojo" prohibió millones de libros, escritos, reportajes, artículos periodísticos y cualquier tipo de papel que tuviese encima de sí una sola letra, que era considerada "subversiva". La libertad estaba sometida bajo un puño de hierro feroz, la inteligencia era censurada, los escritores asesinados, expulsados, encarcelados y sus hijos desaparecidos. Recordando ahora mismo, no puedo dejar de pasar por alto al poeta Ósip Mandelshtam, que por escribir un poema contra Stalin fue enviado a un campo de concentración en Kolymá, donde falleció en 1938. El ataque a la inteligencia es patrocinado desde tiempos memorables por ideologías autoritarias como el Comunismo, que le teme a la critica y a la diferencia de pensamientos, ideologías que le temen al pensante, al hombre y mujer culto, ese miedo absurdo a unas páginas que expresen un sentimiento o tan sólo a una mirada de disidencia. Cuando un gobierno trata de prohibirle a sus ciudadanos una lectura en específica, las alarma de la lógica deben encenderse y advertir tal error al resto de la sociedad. Cortar las alas a la lectura es atar a la libertad de los ciudadanos, cortar el principio básico del aprendizaje, masacrar la moral del amante de un libro, la vida de un hombre. Diariamente pido por el fin de las balas y la multiplicación de los libros, de escritores comprometidos con el mundo ¿Cómo sería Venezuela?-para un claro ejemplo- si el gobierno dejará de importar tantas armas y permitiera que cualquier libro entrará al país: Una maravilla. Como ciudadano del mundo, abogo ante los gobiernos para que la lectura sea respetada, para que la libertad sea concedida porqué sin lectura no habrá jamás libertad, la libertad de pensamiento, la libertad de inteligencia, la libertad a ser hombres y mujeres capaces de pensar por nuestra cuenta sin estar sometidos a dogmas partidistas que, adoctrinan personas sólo para un beneficio jerárquico. Leamos en cada momento, leamos para ser felices y libres, leamos para combatir la ignorancia, leamos para salvar el mundo de las garras del odio.
 #LeerEsCultura #LeerEsLibertad

Por: Carlos Guerrero / @SrVenezolano.


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